En el Valle de Pomán, localidad de Siján, Provincia de Catamarca, se encuentra El Manchao, un majestuoso cerro que conecta al cielo en su punto máximo a 4561 metros sobre el nivel del mar con el lugar exacto, en su base, donde hace más de cien años, nuestra familia dio inicio a una dinastía de agricultores que continúan evolucionando.
El nombre del Cerro El Manchao proviene de la lengua aborigen Kakán y significa lugar de miedo.
Sin embargo, eso no atemorizó a nuestros ancestros que prefirieron elegir el mensaje de la naturaleza al ver que el río Siján, nacido de UNA GENEROSA VERTIENTE NATURAL podría regar las vides que soñaron plantar allí.
Hoy, nuestro sistema de riego por manto, es alimentado por ese agua pura y prístina que en su recorrido pasa por una veta de caolín en el paraje denominado CERRO BLANCO y que junto al suelo aluvionar y la amplitud térmica producto de este microclima singular, dan a nuestros vinos generosidad en color y aroma, como así también una estructura que expresa el terroir de manera única e inconfundible.